Cristiano, Sarraceno o Hereje. Sois libres de exponer vuestras peticiones, preguntas o quejas.... Pero recordar el suelo que pisais. Ser respetuosos, claros, francos y concisos. No sintais temor. El Gran Maestre es hombre sabio y sabrá leer más allá de vuestras palabras y corazones.
Que la paz del desierto de Halab y la verdad del desastre de Antyokia reine vuestros pasos.